La comprensión del ser humano: clave para un acompañamiento transformador.
Para ti, que dedicas tu vida a acompañar a personas en su desarrollo y crecimiento, comprender el funcionamiento del ser humano en toda su complejidad no es un lujo, sino una necesidad. Después de haber explorado la importancia del Estado COACH como base esencial para el acompañamiento, damos un paso más profundo para hablar de cómo una mayor comprensión del ser humano puede enriquecer tu práctica.
Conocer los patrones de comportamiento, los mecanismos que subyacen a nuestras decisiones o las maneras en que las personas se relacionan consigo mismas y con el mundo te permite sostener procesos de cambio sostenibles. En este artículo, abordamos los motivos por los cuales consideramos el Eneagrama de la personalidad una herramienta de vital importancia.
El Eneagrama: Un mapa para comprender al ser humano.
El Eneagrama es un modelo de la personalidad que describe nueve formas fundamentales de percibir y responder al mundo. Más que una simple clasificación, nos ofrece un mapa profundo de las motivaciones, miedos y deseos que guían nuestras acciones.
Desde la perspectiva del acompañamiento, el Eneagrama nos ayuda a:
- Identificar patrones recurrentes de pensamiento, emoción y comportamiento.
- Comprender los mecanismos de defensa que limitan el crecimiento personal.
- Adaptar nuestro enfoque según la necesidad y estructura de cada persona.
- Facilitar procesos de transformación más efectivos y alineados con la esencia del acompañado.
Los 9 tipos de personalidad y sus claves en el acompañamiento.
Cada uno de los nueve tipos del Eneagrama tiene una motivación central que guía su comportamiento. Conocer estos patrones nos permite ajustar nuestra comunicación, generar mayor conexión y diseñar estrategias de intervención más efectivas.
1 El perfeccionista (Reformador)
- Motivación central: Ser bueno y correcto para mejorar el mundo.
- Mecanismo de defensa: Represión emocional y autoexigencia.
- En el acompañamiento: Acompañar a flexibilizar su mirada y aceptar la imperfección.
2 El ayudado (Dador)
- Motivación central: Ser necesitado y apreciado.
- Mecanismo de defensa: Negación de las propias necesidades.
- En el acompañamiento: Fomentar el equilibrio entre dar y recibir.
3 El triunfador (Realizador)
- Motivación central: Lograr el éxito y ser reconocido.
- Mecanismo de defensa: Supresión de emociones genuinas.
- En el acompañamiento: Ayudar a conectar con su autenticidad más allá de los logros.
4 El individualista (Creativo)
- Motivación central: Ser único y comprender su identidad.
- Mecanismo de defensa: Evitación de lo común y melancolía.
- En el acompañamiento: Cultivar estabilidad emocional y presencia en el aquí y ahora.
5 El investigador (Observador)
- Motivación central: Conocer y entender el mundo.
- Mecanismo de defensa: Retraimiento emocional y autosuficiencia extrema.
- En el acompañamiento: Fomentar la conexión emocional y el compartir.
6 El Leal (Cuestionador)
- Motivación central: Sentirse seguro y contar con apoyo.
- Mecanismo de defensa: Hipervigilancia y duda constante.
- En el acompañamiento: Construir confianza y fortalecer su autonomía.
7 El entusiasta (Aventurero)
- Motivación central: Experimentar placer y evitar el dolor.
- Mecanismo de defensa: Huida de emociones incómodas.
- En el acompañamiento: Facilitar la profundidad emocional y compromiso.
8 El Desafiante (Protector)
- Motivación central: Tener control y no mostrar vulnerabilidad.
- Mecanismo de defensa: Confrontación y autoprotección.
- En el acompañamiento: Cultivar la apertura y la confianza en los demás.
9 El Pacificador (Mediador)
- Motivación central: Mantener la paz y evitar conflictos.
- Mecanismo de defensa: Pasividad y evitación de la confrontación.
- En el acompañamiento: Estimular la acción y el reconocimiento de sus propias necesidades.
Ahora te planteo una situación común en procesos de acompañamiento, como el desafío de tomar una decisión importante, por ejemplo: Afrontar una decisión de cambio profesional
Imagina que una persona está considerando dejar su trabajo actual para emprender un nuevo proyecto, pero siente dudas y bloqueos. Según su eneatipo, su reacción y necesidad de acompañamiento pueden ser muy distintas:
Eneatipo 1 (El Perfeccionista)
- Dilema: Se preocupa por tomar la decisión «correcta» y teme cometer errores o arrepentirse.
- En sesión: Se esfuerza en seguir “las reglas” de la actividad con el caballo, intentando hacerlo todo de manera impecable. Puede mostrar tensión corporal y corregirse constantemente.
Eneatipo 2 (El Ayudador)
- Dilema: Duda porque teme cómo afectará a los demás; le preocupa decepcionar a compañeros o familiares.
- En sesión: Su foco está en el caballo más que en sí mismo. Puede intentar “agradar” al animal con caricias constantes o buscar la aprobación del facilitador antes de actuar.
Eneatipo 3 (El Triunfador)
- Dilema: Quiere asegurarse de que la decisión le llevará al éxito y teme fracasar o perder estatus.
- En sesión: Se mueve con seguridad y determinación, pero puede evitar mostrar dudas o vulnerabilidad. Es posible que quiera “hacerlo bien” y mostrar eficiencia en la actividad.
Eneatipo 4 (El Individualista)
- Dilema: Puede sentirse emocionalmente abrumado, dudando si este cambio representa su verdadera esencia.
- En sesión: Puede expresar una conexión profunda con el caballo o, por el contrario, sentirse frustrado si no logra esa conexión inmediata. Su estado emocional será evidente en su interacción.
Eneatipo 5 (El Observador)
- Dilema: Quiere analizar toda la información antes de tomar la decisión, pero puede quedarse paralizado por exceso de reflexión.
- En sesión: Mantiene distancia del caballo al principio, observando desde fuera antes de interactuar. Prefiere entender antes de actuar.
Eneatipo 6 (El Leal)
- Dilema: Tiene miedo a lo desconocido y busca seguridad antes de tomar una decisión. Puede consultar muchas opiniones externas.
- En sesión: Puede dudar antes de acercarse al caballo o pedir instrucciones constantes para asegurarse de que lo está haciendo bien.
Eneatipo 7 (El Entusiasta)
- Dilema: Se ilusiona con la idea del cambio, pero puede evitar comprometerse por miedo a sentirse atrapado.
- En sesión: Se muestra activo y entusiasmado, pero puede distraerse fácilmente o querer probar varias cosas sin enfocarse en una.
Eneatipo 8 (El Desafiante)
- Dilema: Quiere sentir que tiene el control total de la decisión y puede rechazar opiniones externas.
- En sesión: Muestra determinación y liderazgo con el caballo, pero puede reaccionar con impaciencia si algo no sale como esperaba.
Eneatipo 9 (El Pacificador)
- Dilema: Evita tomar la decisión porque teme el conflicto o la incomodidad del cambio.
- En sesión: Puede moverse con calma, pero sin tomar la iniciativa en la actividad con el caballo, dejando que el animal decida el ritmo.
El Eneagrama junto a caballos libres
Más allá de la exploración verbal, el Eneagrama se manifiesta también a través del cuerpo y la energía. En sesiones junto a caballos, cada eneatipo emerge no solo en el discurso, sino en la postura, la forma en que interactuamos con el entorno, la forma de relacionarse con los caballos y en la manera de gestionar su presencia.
Los caballos, con su capacidad innata para leer la coherencia entre los tres centros de inteligencia (mental, emocional y visceral), nos ofrecen una retroalimentación inmediata y sin filtros. Esto permite que la comprensión del eneatipo vaya más allá del análisis mental, llevando a una integración más profunda y auténtica del autoconocimiento.
Estas estrategias de la personalidad ayudan al facilitador/a a identificar los rasgos dominantes del eneatipo, sino que también ofrecen a la persona una retroalimentación directa y no verbal sobre su manera de estar en el mundo.